Circonio

ELEMENTO 40

Circonio

40

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Mientras en Francia se desataba una de las revoluciones sociales más importantes de la modernidad, en Alemania un químico llamado Martin Heinrich Klaproth descubría el circonio. El nombre de este elemento viene del persa zargun, que significa “color dorado”. Pero la historia de este elemento no empieza con su descubrimiento. Tiene una historia tan antigua […]

Mientras en Francia se desataba una de las revoluciones sociales más importantes de la modernidad, en Alemania un químico llamado Martin Heinrich Klaproth descubría el circonio. El nombre de este elemento viene del persa zargun, que significa “color dorado”. Pero la historia de este elemento no empieza con su descubrimiento. Tiene una historia tan antigua y grande (incluso es mencionado en la Biblia) que acá sólo se va a contar un pedacito, uno moderno y chiquito como un granito de cristal de circonio. 

Corría el año 2001 y mientras Argentina era un país a punto de explotar, en Perth, Australia, un geólogo de la Universidad Tecnológica de Curtis llamado Simon Wilde andaba con su equipo haciendo lo que les gustaba hacer los días de semana: juntar cristales de circonio para luego entender de hace cuántos años databan. Para su sorpresa, uno de los granos que estudiaron arrojó una edad de 4400 millones de años, unos 130 millones de años más que el cristal mineral más antiguo hallado hasta ese momento, y sólo unos 100 millones de años más joven que la Tierra. Y digo “sólo” porque no hay muchas cosas que tengamos a mano y daten de tiempos tan antiguos.

Para determinar la edad de un grano de cristal de circonio, lo primero es saber que estos cristales tienen pequeñas de cantidades de uranio, que se convierte en plomo muy lentamente con el paso del tiempo. Midiendo la proporción de uranio/plomo, se puede determinar hace cuánto se formó ese granito de cristal. Pero algo tanto o más interesante aún es el hecho de que determinar que el cristal existía desde ese entonces implicaba entender que ya había una parte de la superficie del planeta que se había enfriado y solidificado. Y lo que es todavía más interesante es que eso, a su vez, implicaba que había agua. Entonces, es gracias al circonio que sabemos que hubo agua en la superficie terrestre como mínimo 100 millones de años después de formado el planeta.

Donde hubo fuego, cenizas quedan, y donde hay agua, probablemente haya vida. Fue así que Simon y su equipo plantearon una nueva teoría sobre el posible origen de la vida en la Tierra y mostraron así que existía una posibilidad de que la vida hubiera aparecido antes de lo estimado hasta el momento.

Lo que me llamó la atención de este elemento, su nombre, fue un desencadenante que me llevó a descubrir la historia increíble que escondía. Casi como encontrar un granito de circonio y terminar reformulando el origen de la vida.