En 1904 un maratonista olímpico logró ganar la medalla de oro gracias a una pequeña ayuda que recibió en los metros finales: brandy y veneno para ratas. Desde aquel entonces y hasta hoy, el vínculo entre el deporte y las sustancias se fue volviendo cada vez más evidente. Tanto, que hoy existe un emprendimiento privado para llevar adelante Los Juegos Mejorados, una suerte de olimpíadas paralelas donde el doping estáesté permitido.