Te acordás de las cosas inesperadas. Cuanto más raras, más te acordás. El primer día en un laburo nuevo, el que casi te la ponés con el auto, el que en una conferencia de neurociencias cayó Nazareno Casero a hablar de levantamiento de pesas, la primera vez que estuviste con una flaca.
Esta idea de que uno recuerda lo que lo sorprende es tan buena que hasta parece evidente una vez que la escuchaste. Nunca recordás el día que fuiste al laburo como cualquier día, pero sí el distinto, el que no transitaste en automático, el que algo en vos se prendió y ancló ese factor sorpresa, haciéndolo recuerdo. Fabricio labura de eso, lo aprendió en ratas y lo confirmó en más de 4000 pibes de colegio argentinos que hacían tests de memoria en condiciones de día normal o después de haber sido sorprendidos con una clase de música en el patio, y los pibes aprendían más y mejor. Retenían algo así como 60% más información de la incorporada una hora antes o una después de ese evento raro. Pero los pibes no eran suficientes, así que lo repitió en otra gente. En vivo, en Vorterix, un día clavó un tema de Gardel completo y le preguntó a los oyentes qué temas se habían pasado una hora antes y varias horas después, y recordaban mejor los temas que se habían pasado cerca del de Gardel. Recordaban la sorpresa, como los nenes, pero igual.
Pero, ¿qué pasa con un recuerdo que tiene 10 años? ¿Puede resultar de tan largo plazo un evento inesperado que nos fije el almuerzo de ese día?
Parece que sí. La semana pasada abrimos por Tuiter y Facebook la pregunta de qué estaban haciendo el 11S y el 14S. La caída de las Torres fue uno de los eventos más inesperados y masivos de los últimos años, así que ese día seguro lo teníamos más fijo que el 14, un día normal, un control. Bueno, a veces los experimentos no andan, y a veces andan tanto que no necesitan análisis exhaustivo: el 97.5% de la gente recordaba detalles precisos del 11S, mientras que ese número no llegaba al 13% para el 14S (todo sobre un total de 140 respuestas).
Te acordás de las cosas inesperadas. Cuanto más raras, más te acordás. El primer día en un laburo nuevo, el que casi te la ponés con el auto, el que en una conferencia de neurociencias cayó Nazareno Casero a hablar de levantamiento de pesas, y de la vez que consiguieron un montón de voluntarios para un experimento, y funcionó genial.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2732837/http://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0066875