ChatGPT, hongos no psicodélicos y marxismo termodinámico

Hola! Espero que este mail te encuentre bien.

A mí me encuentra con cierto espíritu epifánico revelatorio, la sensación de haber hilado para conmigo mismo una idea importante. Lo que más me gusta de esta idea es que constituye un cambio significativo en mi propia forma de pensar, y tal vez por eso sea tan importante de compartir. Eso y que en algún momento voy a tratar de defender el concepto de marxismo termodinámico, pero no nos adelantemos.

El contexto en el que esta epifanía termina de presentárseme es la combinación de dos estímulos: ChatGPT y una interacción cercana con hongos que, para sorpresa inclusive mía, no eran de los farmacológicamente epifánicos.

Primera mitad: ChatGPT

Apenas dos meses después de su lanzamiento, ChatGPT cruzó la barrera de los 100 millones de usuaries. Nunca, nunca antes en la historia de la humanidad un producto había alcanzado esta marca. 

Gráfico de crecimiento de usuarios para varias plataformas como ChatGPT, Instagram, Spotify, Facebook, Twitter y Netflix en función de los días desde su lanzamiento. ChatGPT muestra un crecimiento muy rápido en comparación con las otras plataformas, alcanzando millones de usuarios en menos de 100 días, mientras que las demás plataformas crecen más lentamente.

Pero esto no es lo espectacular. Dada la velocidad del fenómeno, me puse a jugar con los datos históricos y, si la matemática no me falla, manteniendo este ritmo de crecimiento, entre el día 74 y 75 ChatGPT será usado efectivamente por el 100% de la población mundial y empezará a extenderse a otras formas de vida.

Es un poco un chiste y un poco no. Albert Bartlett, físico, profesor e interesado por los límites de la sustentabilidad, atribuía gran parte de los problemas de nuestra especie a nuestra dificultad para comprender la exponencialidad. Comparto. Es difícil la exponencialidad, y más difícil es tratar de reconciliarla con la materialidad del mundo real.

Segunda mitad: ver crecer hongos

La semana pasada fui a una exposición de biodiseño, invitado por el equipo de Sistemas Materiales, un proyecto interdisciplinario que investiga el uso de biomasa como material de fabricación. Más allá de que la muestra está buenísima —y que seguro me tome otro NL para hablar solamente de la biotecnología como tecnología clave de esta década—, me quedo con una charla que tuve con une colega que deslizó, sin darse cuenta, la pieza que me faltaba: ‘El pigmento que ven es un metabolito secundario, el hongo lo produce recién cuando sale de fase de crecimiento exponencial debido a que su propio crecimiento agota la disponibilidad de nutrientes’. 

Hongo…
Exponencial… 
Disponibilidad de nutrientes… 
LÍMITE!

1 + 1 = Epifanía

Siempre me fue interesante la discusión sobre si el mundo está mejorando. En particular, me pareció siempre central la narrativa de ‘es más importante agrandar la torta que ver cómo se reparte’. ¿Mi lado? Por supuesto que el de agrandar la torta. No importa que me parezca injusto o descabellado que haya sectores muy minúsculos de la población que concentran gran cantidad de los recursos, porque aún así los últimos 150 o 200 años, pongamosle, de desarrollo económico han traído consigo enormes progresos para el total de la población. Han salido millones de personas de la pobreza y la indigencia y, si comparamos las condiciones de vida de cualquier decil de la población con el del mismo decil 20 o 50 años atrás, la diferencia es abismalmente positiva.

Espectacular. Caso cerrado. Seré "team agrandatorta", que es lo más racional, aunque la desigualdad que conlleva me pese. 

Sin embargo… existe un aspecto que nunca he tenido en cuenta al adoptar esta postura, y es la falacia de pensar una torta infinita. Una torta que se mide en términos del Producto Bruto y que, por su existencia en el mundo de la Economía, queda fuera del alcance de aquellos que priorizamos la Termodinámica. Esta torta se presenta como una capacidad futura sin tope para la construcción de riqueza, una torta infinitamente agrandable. 

Pero, ¿qué pasaría si existiera una relación directa entre lo económico y lo ecológico, y se estableciera un tope máximo para el crecimiento exponencial que nos impidiera obtener nuevos recursos? Esto nos llevaría a una situación similar a la que se encuentra ChatGPT, que se va a quedar sin capacidad de adquirir nuevos usuarios porque simplemente no habría suficientes personas para conectarse. 

Con ChatGPT nos parecía obvio el chiste, la imposibilidad de seguir creciendo. Pero resulta que la torta también tiene límites duros. Son los límites de la termodinámica. 

Hacia un marxismo termodinámico

La relación entre Huella Material, Energía y Producto Bruto es al mismo tiempo bien establecida y prácticamente obvia, pero ya aprendí que que algo me parezca obvio no quiere decir que sea verdad, así que la fuí a buscar y nos la traigo para que la conversemos.

Por un lado, la relación entre PBI y uso de Energía:

Gráfico de dispersión que muestra el uso de energía per cápita en kWh frente al PIB per cápita en dólares para varios países. Los puntos están codificados por continente y tamaño de población. Países como Qatar y Estados Unidos tienen altos valores de energía y PIB per cápita, mientras que países como Níger y Bangladesh tienen bajos valores en ambas métricas.

Por otro, la relación entre PBI, Huella Material y Emisiones de CO2:

Gráfico que muestra el cambio relativo en el Producto Bruto Interno Global, huella material y emisiones de CO₂ de combustibles fósiles e industria desde 1970 hasta 2020. El PBI Global muestra un crecimiento más pronunciado, seguido por la huella material, mientras que las emisiones de CO₂ crecen a un ritmo más moderado.

Ya sin dudas sobre la relación directa entre disponibilidad de energía, huella material en el entorno y PBI, estamos en situación de ir por el siguiente punto.

Si aceptamos que la energía que podemos usar es finita*, o por lo menos aceptamos que el sistema material que es la Tierra es finito, entonces vamos a tener que concentrarnos en distribuir una torta que ya aceptamos no puede crecer para siempre. Y ahí la lucha de clases ya no tiene que ver con quién controla los medios de producción sino que eso es un medio sobre el que se disputa algo todavía más fundamental: el derecho a disipar. 

Un sector muy, muy pequeño concentra de manera profundamente desigual el derecho al aumento de la entropía. ¿Cuánto? Para evitar suspicacias, traduzco este paper, que es un Nature, por si a alguien todavía le importan las citas de autoridad:

"El 50% inferior de la población mundial emitió el 12% de las emisiones globales en 2019, mientras que el 10% superior emitió el 48% del total. Desde 1990, el 50% inferior de la población mundial solo ha sido responsable del 16% de todo el crecimiento de las emisiones, mientras que el 1% superior ha sido responsable del 23% del total. Aunque las emisiones per cápita del 1% superior mundial han aumentado desde 1990, las emisiones de los grupos de bajos y medianos ingresos dentro de los países ricos han disminuido. Contrariamente a la situación en 1990, el 63% de la desigualdad global en las emisiones individuales se debe ahora a una brecha entre los emisores bajos y altos dentro de los países en lugar de entre países. Finalmente, la mayor parte de las emisiones totales del 1% superior de la población mundial proviene de sus inversiones en lugar de su consumo."

Máxima y total unificación de los marcos conceptuales, reconciliación de Facultades, abrazo entre Engels y Boltzmann.

Burn the rich

Pensar así me sirvió para terminar de ordenar cómo pienso en la disputa en el contexto de Transición. Sobre la disputa individual, porque son las personas de mayores ingresos quienes más emiten, y también sobre la regional, porque el Norte Global concentra el 92% de las emisiones totales históricas. Porque me permite salir de la disputa chata sobre crecimiento / decrecimiento y me permite entender mi propia posición de manera más compleja y más clara: estoy a favor del decrecimiento del Norte Global y también a favor de que el Sur crezca, se desarrolle y disipe lo que tenga que disipar, siempre que esa generación de entropía sea para construir una transición que sea para bien del 90% que menos emite.

Una forma de marxismo termodinámico para pensar desde qué hacemos con Vaca Muerta o por qué reclamar una deuda ambiental, hasta de dónde vamos a sacar usuaries de acá a 15 días, cuando a ChatGPT se le acaben los nutrientes y, temo, tenga que ajustar su metabolismo a una nueva forma de torta finita. 

Nos hablamos el mes que viene.

Abrazo

Pablo

PD: Investigando para este NL nos encontramos (por lo menos) tres personas que exploraron la intersección de marxismo y termodinámica. Por un lado, un ruso de finales del 1800, Sergei Podolinsky, que buscaba unificar ideas de Sadi Carnot, Darwin y Marx. Por otro, Emilio Muiño, del Grupo de Investigación Transdisciplinar sobre Transiciones Socioecológicas de la UAM con este trabajo sobre socioecología en clave marxista y, por último, Kohei Saito escribió un libro sobre marxismo en clave ecosocialista. Lo confundido que debe estar a esta altura mi navegador con el historial de búsquedas.

*Y, sí, yo también pensé en fusión nuclear, y sí, es re copada y una esperanza de subir varios escalones en la capacidad energética, pero seguiremos teniendo la huella material que esa forma de energía requiere para su uso. ‘Más grande’ no es infinita. Es más grande.