Hola! Espero que este mail te encuentre bien. A mí, escribirlo me encuentra transpirado, como a la gran mayoría de las personas que habitamos el territorio nacional y ya necesitamos las dos manos para contar las olas de calor.
También me encuentra conversando fluidamente con una inteligencia artificial alimentada con todos los contenidos de Clima, el proyecto que hizo que empezara a escribir este newsletter, pero no me quiero adelantar.
Atravesar las olas de calor de estos meses me recordó un posteo que sacamos hace ya más de un año, por el que nos descansaron bastante, y con razón:
La queja más frecuente era que cerramos el posteo con la idea de ‘hablar de Clima’ cuando había personas que ya venían masticando este problema hacía años, probablemente hartas de hablar y hablar y hablar de esto sin que pase absolutamente nada.
Me acordé también de mi gráfico preferido (y probablemente uno de los más crudos). El gráfico de ‘gente hablando de crisis climática pero nada pasando’.
También recordé que el perro sólo se acuesta después de dar la última vuelta, que siempre encuentro las llaves en el último lugar donde las busco y que el cántaro va a la fuente muchas veces antes de romperse. No importa que nos canse, vamos a tener que seguir hablando de este tema, probablemente cada vez más, porque necesitamos que llegue al mainstream del discurso, a la conciencia general, que se imponga como tema inevitable en almuerzos, planificaciones profesionales y disputas democráticas. Y ahí sí es donde siento que algo cambió del año pasado a este. Donde el año pasado me encontraba repetida la conversación ‘Che, impresionante el calor’, ahora me encontraba ‘Che, impresionante la ola de calor, la sequía, todo lo que trae el cambio climático’.
Y me encontraba esa conversación ya no con mi círculo de personas cercanas, interesadas en el tema, hartas de hablar de esto. Me lo encontraba conversando con mi madre, que no puede salir a caminar porque el calor es agobiante, con un taxista de Ezeiza preocupado porque la sequía lo obligaba a hacer un pozo más profundo para acceder a agua potable, o hasta me lo encontraba en Youtube, en la forma de un Rebord gritando ‘esto se volvió grave porque muchos porteños están acaloraditos’.
También recordé la curva clásica de adopción de usuaries (lo ataca el equipo de GRIDX en su capítulo) y no pude no sentir que estamos cambiando de etapa. Mi sospecha es que acabamos de pasar el umbral en esta conversación: del núcleo de personas más interesadas (cansadas de hablar del tema hace ya mucho tiempo) a un grupo mucho más grande que, rápidamente, se encuentra con un fenómeno que explica de manera integral el presente.
Si esto es como yo lo interpreto, en el presente se solapan un grupo pequeño de personas que empujan esta conversación hace mucho y un grupo enorme de personas para quienes esto se volvió visible hace no tanto. Esto implica que, más que nunca, necesitamos hablar de clima, y hacerlo de una manera ágil, natural, escalable y con información confiable.
Por supuesto que estoy enloquecido con el progreso de la inteligencia artificial. Particularmente me interesan los modelos grandes de lenguaje porque hacen a mis tareas diarias de escritura, pero también porque habilitan una nueva posibilidad de interacción. Además de pensar en escribir un newsletter, un thread de twitter o un libro, ahora aparece una nueva modalidad de comunicación: el chatbot.
Como toda tecnología novedosa, hoy esos modelos habilitan posibilidades nuevas y tienen debilidades naturales. La de estos modelos de lenguaje, por ahora, es que a veces flashean. Literalmente. Alucinan y responden con total seguridad datos absolutamente incorrectos. PERO. Si pudiéramos lograr que uno de estos modelos que nos permiten conversar sobre un tema lo haga usando como fuente el contenido de Clima, podríamos no hablar DE clima, sino hablar CON Clima y, por lo tanto, con el cuerpo de especialistas que se rompió la cabeza durante años aprendiendo cosas, poniéndolas en práctica y finalmente escribiendo el libro. ¿Soluciona esto el problema de la alucinación? No, pero recorta mejor un punto de vista y cuerpo de fuentes más sólido.
No quiero hablar de la parte técnica porque no es la más importante en este punto. Piensen en mí como una especie de cocinero de tele que habla un ratito sobre limpiar base de datos y tunear algún detalle, y del otro lado sale del horno GPT-Clima, un chatbot con el corazón de GPT pero orientado para responder usando como base de datos el total del libro al que tanto amor le pusimos.
Por supuesto que esto derivó inmediatamente en jugar con esta herramienta para adentro del equipo, así que nos traje un recorte de algunas preguntas y respuestas interesantes que nos puede dar una idea de la potencia de usar estas nuevas formas de interactuar con una obra:
Persona: Quién es el país que más emitió históricamente?
GPT-Clima: El país que más emitió históricamente es Estados Unidos, con el 24,8% de las emisiones globales acumuladas de CO2.
Persona: Qué alimentos son mejores para el ambiente?
GPT-Clima: Según el texto, en líneas generales, los estudios coinciden en que la producción de alimentos de origen vegetal, como los granos, las frutas y las verduras, causa menos impacto ambiental en comparación con los alimentos de origen animal, como las carnes, los huevos y la leche. Esto se debe a que los animales se encuentran en un nivel trófico superior en comparación con las plantas, por lo que requieren de una mayor cantidad de energía y recursos para su crecimiento y desarrollo. Además, cuanto más grande sea el animal y más larga sea la fase de cría, mayor será la energía y los recursos utilizados. Por lo tanto, se podría decir que los alimentos de origen vegetal son mejores para el ambiente.
Persona: Qué puedo hacer yo por la transición?
GPT- Clima: En el libro se habla de que la transición hacia un mundo bajo en emisiones de GEI es un desafío que involucra a todos los sectores de la sociedad, desde los gobiernos hasta las empresas y los ciudadanos. Como ciudadano, podés contribuir a la transición adoptando hábitos más sostenibles en tu vida cotidiana, como reducir el consumo de energía y agua, utilizar medios de transporte más eficientes, reducir el consumo de carne y productos de origen animal, y fomentar la economía circular y el reciclaje. Además, podés participar en iniciativas ciudadanas y organizaciones que promuevan la transición hacia un mundo más sostenible.
Persona insistente: Pero, qué impacto tiene si yo reduzco mis consumos pero a nivel nacional no se hace nada?
GPT-Clima: Es cierto que la transición hacia un mundo más sostenible requiere de cambios a nivel nacional y global, y que las acciones individuales pueden parecer pequeñas en comparación. Sin embargo, cada acción individual cuenta y puede tener un impacto positivo en el medio ambiente y en la sociedad. Además, al adoptar hábitos más sostenibles, se puede generar un efecto multiplicador al inspirar a otros a hacer lo mismo y a exigir cambios a nivel político y empresarial. Por lo tanto, aunque las acciones individuales no son suficientes por sí solas, son un paso importante en la dirección correcta y pueden contribuir a generar un cambio cultural y social hacia la sostenibilidad.
Persona: Qué es el mapa de producto?
GPT-Clima: El mapa de producto, también conocido como espacio-producto, es un mapa que contiene todos los productos que se exportan a nivel mundial y la proximidad entre ellos. Este mapa se construye a partir de los datos de exportaciones internacionales y se utiliza para identificar las relaciones entre los productos y las capacidades necesarias para producirlos. El mapa de producto es una herramienta útil para entender la estructura productiva de una región y para identificar caminos probables y estratégicos para el desarrollo productivo. Además, puede ser utilizado como una brújula para orientar las políticas de desarrollo productivo.
Persona abusando de la generosidad del bot: Diseñame 4 preguntas para un examen usando como base el capítulo de Tamara Ulla
GPT-Clima: Aquí te presento las preguntas para el examen basado en el capítulo de Tamara Ulla:
¿Cuál es la principal conclusión que se extrae del capítulo sobre las consecuencias directas de la crisis climática?
¿Qué impactos directos sufrimos los seres humanos debido a la crisis climática, según el capítulo correspondiente?
¿Qué papel juega el Grupo Intergubernamental de Expertos Sobre el Cambio Climático (IPCC) en el capítulo sobre las consecuencias directas de la crisis climática?
¿Cómo ha evolucionado el ambientalismo desde los años 90, según el capítulo que trata sobre las consecuencias directas de la crisis climática?
Así, toda la semana. Chateando yo, chateando el equipo, chateando Bancantes y, a partir de ahora, chateando vos, si decidís que estás del lado de la curva que siente que, además de hacer —y probablemente para poder hacer cada vez mejor— todavía sentís que necesitás hablar de clima.
Acá podés tenés una experiencia sintética alienígena de conversación climática con datos chequeados (que no quiere decir que, como todo modelo de lenguaje grande, no pueda alucinar y mandar fruta).
Ah. También puede armar haikus.
Nos hablamos en un mes.
Pablo