Es una forma de intervención que requiere poco tiempo y recursos. Generalmente, implica cambios en el diseño de una calle o una manzana utilizando pintura y otras infraestructuras "blandas" como macetas, bancos o conos de plástico. El objetivo es crear espacios diferentes, como plazas, áreas de juego o ciclovías. Su espíritu se resume en la frase: "pedir perdón y no permiso".
El propósito principal del urbanismo táctico es facilitar y estimular el uso del espacio de la calle por parte de los habitantes más vulnerables y relegados de las ciudades, incluyendo niños, peatones, adultos mayores y ciclistas.
Si se preguntara a los vecinos si desean la intervención de antemano, muchos podrían votar en contra. Sin embargo, una vez realizada la intervención y al ver sus efectos positivos, esos mismos vecinos suelen mostrarse conformes. Sobre el hecho consumado, aunque fácilmente reversible al estado anterior, puede realizarse una ronda de participación con los usuarios e iterar la acción en base al uso concreto que estos hacen del lugar (siguiendo el espíritu de las líneas de deseo).
De hecho, uno de los objetivos de este procedimiento es realizar acciones de corto plazo capaces de levantar información valiosa para luego construir mejoras de largo plazo, evitando implementaciones costosas de infraestructura y permitiendo desarrollar estrategias donde los ciudadanos estén en el centro del diseño de las políticas.
Chairbombing
Es una táctica de intervención rápida y de bajo costo que consiste en colocar sillas u otros muebles en espacios públicos subutilizados. El objetivo es invitar al uso social del espacio, fomentar la permanencia y visibilizar la falta de mobiliario urbano. Puede activar zonas olvidadas, reclamando el derecho a la ciudad desde la acción ciudadana directa.

Prototipos ágiles
Se pueden hacer intervenciones temporales de infraestructura (como una ciclovía) antes de invertir recursos y hacer obras permanentes, para registrar información y argumentos, y así tomar decisiones considerando a los distintos actores. La potencia está en que no se necesita más que pintura y conos para habilitar otros usos del espacio.

Intervenciones artísticas
La Comuna 13 de Medellín fue sinónimo de violencia durante años: su historia reciente estuvo marcada por enfrentamientos entre grupos armados, represión estatal y desplazamientos forzados. A través del arte e intervenciones urbanas, la comunidad impulsó un proceso de resignificación urbana y cultural.
