La arquitectura hostil es una estrategia de diseño urbano excluyente para impedir ciertas actividades o restringir el acceso de ciertas personas a los espacios públicos. La definió el arquitecto Oscar Newman en 1996.
Se distingue por dispositivos físicos (pequeños postes o pinchos en el suelo o en las paredes), iluminación escasa o ausente en ciertas áreas y mobiliario urbano incómodo (asientos de cemento con espaldas anchas, separados, o con formas que molestan).
Como toda decisión de diseño, tiene intención y planificación. Requiere recursos y mantenimiento. Y se ejecuta adrede, por seres humanos, en contra de otros seres humanos.


