—¡Pasen y vean! Las mejores botpuppies de todo Big City. ¿Te sentís solo? ¿Los users te aburren? ¿Sentís que no se puede confiar en nadie? Estos seres hermosos te acompañan fielmente adonde vayas, no hacen preguntas estúpidas y siempre están de buen humor. ¡Conseguí tu botpuppy por menos credits de lo que vale un upgrade de avatar y volvé a ser feliz! Usted, sir. ¡Sir! Usted tiene cara de andar amargado. ¡Venga! ¡Pase y vea! ¡Sir! No se escape, le estoy hablando. ¡Sir! ¡Sir! Está bien, ¡está bien! Váyase a la mierda, ¿sabe? A usted ni un botpuppy le va a cambiar esa cara de idiota mal configurado. ¡Sí! A usted le hablo. ¡Ah! ¡Ahora me mira! ¡Váyase! Este es mi territorio, ¿escuchó? Y a mí se me trata con respeto, ¿sabe quién soy? ¡¿Sabe?! Pedazo de user inmundo, usted no sabe…
El idiota se aleja apurado y me doy vuelta para encontrarme con la sonrisa desencajada del supervisor de la tienda. Le sonrío.
—Narato…
—Naroto.
—Eso. Me parece que este trabajo no es para usted…
—Claro que no es para mí, sir. ¿Usted sabe quién soy yo? Yo soy el mejor…
—No lo sé ni me interesa.
—Bueno, pero… ¿Sabe? Estoy entre medio de otros trabajos y no me vendrían mal algunos credits… Usted entiende…
—Entiendo perfectamente. Puede retirarse.
—Pero todavía me quedan algunas fases…
—Deje todo en recepción y váyase. Ya le acreditarán los credits correspondientes por el tiempo que trabajó.
—Déjeme al menos terminar mi turno, por fav…
—Retírese antes que active el securitysystem.
—¡No, por favor, no…!
—Adiós, Narato…
—Naroto, mi nick es… Naroto.