—¡Sir! Tengo un trabajo para usted, sir. Tiene que volver a HumanLife. No será ComedyMind, pero es un gran lugar. Es nuevo, están tomando humoristas, performers, acróbatas, flydancers… Es un lugar prometedor.
—No voy a trabajar en un show de freaks.
—No, sir, no es… Además usted, con su presencia. Su regreso haría del lugar un éxito.
—No, Flaffy. No quiero. No quiero más. ¿Podés entenderlo? Estoy cansado. ¡Cansado!
—Pero, sir… Usted es tan bueno en lo que hace…
—¡Era! O al menos eso te acepto, con lo lame ego que sos…
—Cuénteme de ese momento, sir. Por favor.
—¿Qué cosa?
—Sus ciclos de gloria.
—Bueno. Gloria, lo que se dice gloria… Pero no estaba nada mal, no. Rompíamos récords de concurrencia y conexiones en ComedyMind. ¡Mi show estaba en todos lados! Ni yo entendí nunca bien por qué. O cómo. Pero de un momento para otro, después de tantos ciclos de hacer trabajos de mierda… ¡Y no es que había sacado un nuevo show ni nada! Era la misma rutina que venía haciendo hacía no sé cuánto. Si en toda mi carrera habré cambiado tres o cuatro veces la rutina nomás. Y porque me lo exigieron. ¡Los users se renuevan! Y en el fondo les gusta reírse siempre de lo mismo. Piden originalidad, pero quieren más de lo mismo. Cambian las palabras, los giros, el ritmo, el tono… Pero en el fondo siempre es la misma historia. El mismo chiste una y otra vez…
Escucho que Flaffy ríe del otro lado de la conexión de voz.
—¡Ah, sir! A usted uno le hace una pregunta y empieza a responderla, pero cuando uno se distrae ya se está en el medio de una carcajada atrás de otra… Cuénteme más.
—¿Qué querés que te cuente?
—Su primer ciclo en ComedyMind.
—Ah… Esa es una historia larga porque, ¿ves? Todo empieza cuando yo estaba haciendo unas presencias en lo que era FlyRun, que ahora se llama…
—No lo sé, sir…
—¡ZoeTrop! O algo así, la cosa es que yo estaba en ese momento haciendo de una especie de iguanasaurus para el decorado vivo del lugar…