Me dejo llevar por los movimientos extasiados de Artha, que parecen estar en sincronía con los users que abarrotan la pista, como si fuéramos una gran masa cohesiva, conectados entre sí. Los flashes de las luces crean figuras y sombras que se distorsionan, se transforman. Una voz grave repite por detrás del estruendo de la música: Wild. Exist. Sense. Artha me aprieta entre sus brazos, se refriega en mi avatar, siento mi temperatura ascender, una fiebre que me toma por completo y desordena mis sentidos. La música ahora es un eco en mi cabeza. Wild. Exist. Sense. Artha baja deslizándose por mi avatar y me lame, me muerde, me devora.
Comprar el libro