CARGANDO: SUBSISTENCEPROJECT
Ingreso al navigator y busco en el sector F112358. Un disparo al aire para intentar conseguir la mayor cantidad de credits posible. Atravieso el área en la que hay asteroides y remanentes estelares muy alejados entre sí, dispersos, distantes, que se trasladan de forma aleatoria, como si no hubiese ninguna fuerza capaz de reunirlos, lo que me dificulta estimar su ubicación y parametrización. Pero, además, la conformación de los cuerpos celestes cambia constantemente. Cambia su composición, su estado, de forma impredecible. Casi como un capricho. Como un juego. Quizás Artha tenga razón. Pero como en todo juego, lo que amerita una mejor recompensa es el nivel de dificultad, las bajas probabilidades de tener éxito. Por eso me dirijo hacia el vacío.
¿Cómo saber si es todo un juego? ¿Cómo saber si el espacio exterior es como se me presenta en SubsistenceProject o no? ¿Cómo saber si existe eso que llamamos espacio? Lo único que sé es que, si esto es un juego, es un juego que conozco. Y que conozco mucho mejor este espacio que la propia palma de mi mano, allá, del otro lado, apoyada sobre la luz violeta. Si todo tuviese que reducirse a la mera creencia, elijo creer que es real. ¡No hay credit que compre la ignorancia! Al menos por un tiempo. Quizás aferrándome a esta idea pueda en algún momento saber la verdad. O alguna verdad. Salir y comprobar que hay un afuera, un espacio, ver con mis propios ojos el cielo, las estrellas. Por eso me dirijo hacia el vacío, allá, donde parece no haber nada.